Cada vez más automóviles vienen con una de esas llaves que funcionan por proximidad. Son más cómodas, pero no necesariamente más seguras. Dos hackers chinos acaban de demostrar cómo burlar el sistema de proximidad con componentes electrónicos baratos y muy fáciles de encontrar.
El tandem de investigadores se hace llamar Unicorn Team, y acaban de presentar ls resultados de su estudio en la conferencia de seguridad electrónica HITB celebrada en Amsterdam.
Las llaves de proximidad funcionan comunicándose con el automóvil mediante señales de radio de muy corto alcance (unos 125 Khz). Lo que han hecho estos investigadores es tan sencillo como averiguar la señal mediante ingeniería inversa y amplificarla para hacer creer al coche que la llave está a su lado cuando en realidad está a distancias de hasta 300 metros.
El dispositivo para ello es simple y no precisa que los ladrones se hagan con la llave. Tan solo se necesita un juego de antenas portátiles y dos personas. Una de las antenas se encarga de captar la señal que emite la llave y transmitir los datos en otra frecuencia de más largo alcance hasta una segunda antena. Este segundo componente duplica la señal que ha recibido en la misma frecuencia que usa el vehículo. La puerta del automóvil se abre y se puede encender el motor.
La única limitación de la técnica es que el vehículo no se puede detener. De hacerlo detectará que no está la llave cerca y ya no volverá a arrancar, pero nada impide que los ladrones circulen con él hasta agotar el combustible.
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